Este es uno de los trucos de cartas más grandes de todos los tiempos, con dos efectos deslumbrantes: ¡la carta pensada está boca arriba en la baraja y tiene un dorso de color diferente! ¿Y el secreto? ¡Es muy fácil de hacer!
Tu espectador piensa en CUALQUIER carta y la anuncia ante la audiencia. La baraja se saca de la caja y las cartas se extienden boca abajo. Solo hay una carta que está boca arriba. ¡Es la carta pensada por el espectador! Y para un segundo clímax sorprendente, esa carta es la única con un dorso rojo.
Fácil de aprender y prácticamente automático. Este es un truco de cartas profesional que CUALQUIERA puede realizar.
Ideal para cualquier Trabajador de la Iglesia que quiera un truco fácil pero impresionante que ilustre cualquier mensaje sobre cómo Dios llama a un individuo a su servicio, desde Abraham hasta Pedro y cada uno de nosotros.